A Favor:
Una alternativa necesaria dada la escasez de recursos
La primera ventaja es de tipo medioambiental. Mientras la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo o gas) contribuye al cambio climático, pues acelera el calentamiento global y propicia la lluvia ácida, la energía nuclear es sensiblemente más limpia. Solamente en Europa, el uso de las centrales nucleares evitó la emisión de 300 millones de toneladas de CO2 al año a la atmósfera.
En Contra:
Una opción no tan económica y con riesgos
En nuestra memoria histórica aún pervive la catástrofe de Chernóbil, una ciudad asolada por la radiación. El 26 de abril de 1986 un aumento súbito de potencia en uno de los reactores de la Central nuclear de la ciudad ucraniana provocó una explosión del hidrógeno acumulado en su interior. La cantidad de material radiactivo que se liberó fue 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima (Japón) en 1945.
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